Los momentos de ocio y realizar actividades que nos resulten entretenidas, no sólo son importantes para la salud mental, sino que aportan múltiples beneficios para nuestro organismo.
En medio del estrés, el cansancio y la rutina, solemos dejar nuestro esparcimiento para lo último. Pero pasar un buen rato cada día colabora con nuestro bienestar integral.
La diversión, mejora el estado de ánimo, la motivación, la creatividad, la imaginación y aumenta la tolerancia al estrés.
Respecto del ocio, el Centro de Psiquiatría y Psicología Clínica y Jurídica de Madrid1, sostiene que es una forma de desconexión que si bien puede ir asociado al descanso físico, su utilidad psicológica está especialmente centrada en favorecer en las personas una ruptura con otras actividades realizadas cotidianamente. En definitiva, el cambio en sí mismo ya es terapéutico.
En cuanto a los beneficios físicos, divertirse mejora la respiración, la circulación y la digestión. Además, fortalece el sistema inmunológico, reduce la tensión y la ansiedad.